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El carsharing, cada vez más demandado

Carsharing o más conocido como “coche compartido”, nace en 1987 en Suiza y hace alusión a la práctica que consiste en alquilar un vehículo por un tiempo limitado (máximo 24 horas).

El carsharing trae consigo una serie de recomendaciones a tener en cuenta antes de reservar un vehículo: comprobar el estado del mismo (desperfectos), presentar la documentación pertinente, validar el carnet de conducir o aceptar las condiciones establecidas, entre otras.


Carsharing: cómo funciona


El carsharing se caracteriza por tener un modus operandi sencillo y rápido, ideado para aquellos usuarios que necesitan recorrer varios puntos en un corto período de tiempo.


En Estados Unidos y España para utilizarlo tan solo hay que darse de alta en una app móvil, hacer la reserva e ir en busca del vehículo. Una vez localizado, pasar una tarjeta por el lector y acceder al interior, donde estarán las llaves en la guantera del vehículo.


Como toda iniciativa, el carsharing propone una serie de ventajas y desventajas entre las que destacan las siguientes:


Ventajas
  • Reduce los vehículos particulares en carretera.

  • Disminuye la contaminación en las grandes ciudades.

  • Se puede reservar solo con 20 minutos de antelación.

  • El coste opera entre 20 y 25 céntimos por minuto.

  • No es necesario que se pague parquímetro.

  • No hay coste personal de impuestos, seguros, mantenimiento o limpieza del vehículo.

Desventajas
  • No siempre hay vehículos disponibles. Depende de la demanda.

  • La tarifa depende del tiempo que se esté utilizando, incluso parado en un atasco.

  • Tener el móvil con batería y datos para poder hacer uso de la app.

  • Cuenta con una franquicia de 500 euros, en caso de incidente.

  • Está delimitado por un perímetro. No está permitido salir de la ciudad.

Diferencia del carsharing y carpooling


Son muchos los que confunden los términos carsharing y carpooling por la similitud de sus servicios (ambos ahorran dinero y contaminan menos), pero lo cierto es que entre ellos existe una notable diferencia.

  • Carpooling: este servicio implica que el propietario de un vehículo privado comparte su coche con otros individuos que buscan realizar un determinado trayecto. Un ejemplo de ello es la empresa Blablacar, que cuenta con 65 millones de usuarios en 22 países.

  • Carsharing: servicio que permite hacer uso particular de una flota de vehículos durante un período de tiempo limitado.

Motorsharing y bikesharing


Este tipo de iniciativas está tan en auge que no solo los vehículos se han sumado a este tipo de alternativas. Otros términos ya conocidos como motorsharing o bikesharing están a la orden del día.


El motorsharing se ha convertido en tendencia en las grandes ciudades y entre sus ventajas están la libertad de rutas, la posibilidad de librarse de los atascos o un precio inferior al carsharing. Por su parte, el bikesharing tiene el mismo funcionamiento pero esta vez con el uso de bicicletas.


FUNTE: tgas.es

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