¿CUÁN EFECTIVA ES TU EMPRESA PARA TOMAR DECISIONES?
Sin importar el tipo de industria, tamaño o tipo de la organización, cada éxito o fracaso es el resultado de una decisión.
A través de procesos decisionales una organización avanza y traza su ruta hacia el logro de sus objetivos en distintas dimensiones. Por lo tanto, los resultados de una compañía dependen de la calidad y efectividad de las decisiones tomadas.
En este marco, ¿Cuáles son las prácticas que impactan negativamente en la toma de decisiones?
Sobre la base de nuestra experiencia observamos que en varias ocasiones las decisiones tomadas no resultan ser la mejor alternativa factible para la empresa. Algunas prácticas causales recurrentes que hemos identificado son:
Improvisación, falta de exhaustividad y uso de información parcial (argumentos y sustentos débiles), con bajo nivel de colaboración entre equipos interdisciplinarios.
Involucramiento insuficiente de stakeholders para la toma de decisión (usualmente de los que al final deben implementarla).
Bajo nivel de predicción y reactividad (cuando la urgencia impide profundidad de análisis).
Recomendaciones aisladas con escasa visión de negocio y/o propuestas no colaborativas (silos de trabajo).
Uso de soluciones recurrentes (“siempre lo hemos hecho así”), por falta de cuestionamiento y empoderamiento para cambiar el status quo.
Roles y responsabilidades poco claras (“dilución de la responsabilidad en el grupo”), con alta dependencia de ejecutivos claves para decidir (“delegación inversa”).
Ineficiente uso del tiempo, muchas reuniones y poco eficientes, muy informativas, siendo más de discusión que de decisión.
Informalidad para la toma de decisiones (“decisiones de pasillo”) o falta de seguimiento a decisiones tomadas sin saber si se cumplió o no con lo esperado.
Estas prácticas impactan de manera concreta en los resultados de las empresas, tales como: menor productividad, decisiones tardías y de mayor costo, costos por reprocesos, tiempos improductivos, pérdida de oportunidades, impacto negativo en relación con stakeholders y sociedad, riesgo en cumplimientos de objetivos y proyectos estratégicos, entre otros.
Ser efectivos al momento de tomar una decisión sigue siendo un reto en las organizaciones, en base a esto recomendamos las siguientes acciones:
ACCIONES PARA POTENCIAR UNA CULTURA DECISIONAL EFICIENTE:
Fomento individual a la discusión abierta, cuestionamiento de status quo, proactividad.
Foco en la toma de decisión por sobre entrega de información (reuniones efectivas).
Desarrollo de competencias para el desarrollo de recomendaciones sólidas.
Involucramiento en la búsqueda de soluciones nuevas, gestión del riesgo y excelencia.
Minimización de prácticas informales.
ACCIONES PARA LA EFECTIVIDAD DEL PROCESO DECISIONAL:
Definición clara de roles y responsables de las principales decisiones de la empresa.
Aseguramiento del accountability, delegación adecuada y descentralización en la organización.
Definición clara de propósito de comités o reuniones de decisión y rol de sus integrantes.
Definición de dinámicas, y prácticas claras de discusión y acuerdo para cada tipo de decisión.
Estandarización de procedimientos y herramientas para análisis, proyección y evaluación de decisiones.
Organizaciones efectivas en tomar decisiones son capaces de poner en práctica sus estrategias con mayor agilidad, son más eficientes, productivas, alineadas y fomentan una cultura de discusión abierta, cuestionamiento, compromiso y excelencia.
FUENTE: https://aurysconsulting.com/
