El poder de la música para combatir el alzhéimer
Alice es una lingüista que goza de prestigio en una universidad estadounidense. Su vida es feliz y tranquila en compañía de su familia. Un día comienza a olvidar palabras, la realización de una reunión o una cena con amigos de su esposo... asustada, decide buscar ayuda médica y descubre que está sufriendo tempranamente de alzhéimer.
La escritora Lisa Genova contó esta historia en su libro Still Alice, que después fue adaptado al cine. La película Siempre Alice, protagonizada por la actriz Julianne Moore, conmovió al mundo y lo puso a reflexionar respecto al proceso doloroso por el que las personas pierden sus recuerdos y la forma cómo las familias y los amigos enfrentan la situación.
Aunque no se ha descubierto una cura para la enfermedad, en el panorama hay luces de esperanza, pequeños elementos que les dan momentos de plenitud a los pacientes. De acuerdo a una nota publicada en el diario El País, de España, el área del cerebro menos afectada por el alzhéimer es la que aloja los recuerdos musicales. ¿Qué quiere decir esto? Que la música es un instrumento para activar la mente de los enfermos, incluso en su etapa más grave.
Según estudios hechos por científicos alemanes, la zona del cerebro en la que están los recuerdos es el lóbulo temporal, que no se escapa a la afectación de la enfermedad. Sin embargo, recordar música es distinto a recordar sucesos específicos, personas o qué significan las palabras. Como la música está directamente ligada a las emociones y estas se quedan en la memoria más fácil que otros hechos, las canciones hacen que los enfermos se activen, se conecten con las experiencias que están en su cerebro y recuerden.
En el documental Vivos por dentro (Alive inside), se muestra cómo la musicoterapia ayuda a las personas con alzhéimer a sobrellevar la enfermedad, los hace pasar buenos momentos y a tener instantes de lucidez. Henry Dreyer, quien sufre una enfermedad mental que lo ha llevado casi a la quietud absoluta, cambia totalmente cuando lo ponen a escuchar su música favorita.
El neurólogo Oliver Sacks, en el documental, cuenta sobre el caso de Henry que, cuando "le dan un iPod con su música favorita, inmediatamente se anima. Su cara se llena de expresiones, sus ojos se abren y empieza a cantar, a balancearse, a mover sus brazos. Está siendo animado por la música”. Yvonne Russell, su terapeuta, cuenta allí también que antes de empezar la terapia, Henry solo se pasaba el tiempo con la cabeza agachada y sin hablar mucho, lo que para él es un avance enorme.
Las investigaciones no son definitivas pero los casos sí dan cuenta del poder de la música para mejorar la calidad de vida de las personas. Los familiares y demás seres queridos de los enfermos, al verlos felices y activos, también se contagian de esa energía, lo que termina construyendo un círculo de experiencias positivas, salud y bienestar.
Como dice Henry Dreyer en el documental Vivos por dentro cuando le preguntan qué le genera la música: "Me da sentimientos de amor, romance. Me doy cuenta que el mundo necesita la música ahora mismo, cantando (...), siento que es una banda de amor y sueños".
¿Qué es el alzhéimer?
Esta es una enfermedad mental que produce pérdida de la memoria, deterioro intelectual y desorientación temporal y espacial por la degeneración de las células nerviosas del cerebro. Después de que se descubre, se vuelve más grave con el tiempo.
